Este domingo me desperté en una casa frente al shopping del Abasto. Allí vive Stu con su novia, dos tipos de Neuquén, una chaqueña, dos franchutes y un tano que habla castellano como si fuera ruso. Andá a saber.
Gracias a estos chabones no pude dormir hasta las 6 de la mañana, a pesar de todo el vino en cartón que había tomado.
Después, se lo cuento...
1 comentario:
ahora, ahora.
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