miércoles, enero 31, 2007

Por poco me hice abstemio


Este domingo me desperté en una casa frente al shopping del Abasto. Allí vive Stu con su novia, dos tipos de Neuquén, una chaqueña, dos franchutes y un tano que habla castellano como si fuera ruso. Andá a saber.

Gracias a estos chabones no pude dormir hasta las 6 de la mañana, a pesar de todo el vino en cartón que había tomado.

Después, se lo cuento...

miércoles, enero 17, 2007

El Delta del Tigre


El tío Ramón, oriundo de Lanús, blande su facón con gran destreza, imperturbado por las nubes de mosquitos que nos atacan a pesar de las velas Citronella que tapan la mesa.

-¡La reputa renga que te parió! escupe el tío Ramón, cuando parte un chori bien jugoso.

No llego a entender quién es la puta y por qué anda coja, pero parece que nadie le da bola a Ramón, aunque todos – incluso Berta – hacen cola para prepararse los choripanes que va sacando de la parrilla uruguaya.

Ya que hace un calor húmedo que me hace pensar a veces que estoy en el delta Mekong y no el del Tigre, Ramón adorna su atuendo de shorts de jean y remera San Antonio Spurs con un gorro Papá Noel. Delante de la parrilla, suda a chorros, gruñendo todo el tiempo a la puta con pata de madera que te parió.

Me asombra ver a Berta morfar chori tras chori.

-Me dijiste que no comías carne.

Con el dedo me hace callar.

-Digamos que soy vegetariana extra-familiar, me explica.

-Ta, ta, le digo.

Ramón me oye y putea a la mamá del capitán Hook. Luego me explica todas las ventajas de la parrilla uruguaya, y el papá de Berta, ex jugador del Hindu Club, por poco le parte la cabeza.

Con razón que llevo tres días evitándolo como si fuera leproso.

Ay, disculpá, pero me falta rajar... acaba de sonar mi teléfono y es Berta. Sí, otra vez. Sé que hace mucho que no blogueo, pero prometo contar lo que pasó la noche vieja dentro de poco.